CONOCIENDO EL NORTE DE GHANA

¡Hola hola!

Bueno, después de 2 años y pico retomo de nuevo el blog. Eso es para mí una muy buena noticia ya que quiere decir que he salido de la insulsa y fría Inglaterra para venirme a un cálido y emocionante lugar del que puedo escribir. El motivo por el que retomo el blog es porque voy a estar una temporada en Ghana (de ahí el nombre del blog, muy original). Solamente voy a estar un mes y no de vacaciones precisamente, así que escribiré lo que pueda y cuando pueda. 

Ahora bien, ¿qué hago en Ghana? Estoy aquí como parte de unas prácticas de evaluación de impacto con Oxfam. ¿Y qué es la evaluación de impacto? Es un tipo particular de evaluación que, a través de una recogida y análisis de información, determina si un proyecto de cooperación ha tenido o no el impacto esperado. ¿Y qué queremos evaluar? Pues eso depende de cada proyecto y de cada organización, aunque lo que normalmente se evalúa es si se han cumplido los objetivos iniciales. En este caso, estamos trabajando en la evaluación del impacto de un proyecto que Oxfam ha desarrollado durante 4 años para reforzar la resiliencia ante el cambio climático de ciertos hogares e individuos de unas comunidades al norte de Ghana.

Me podría pasar horas explicando cosas de la evaluación de impacto, pero creo que tendría un efecto más bien contraproducente así que me limitaré a explicar mi papel en este proceso de evaluación. Para poder evaluar se necesita una información cuantitativa o data, que se recoge mediante la realización de entrevistas. Lo que estoy haciendo aquí se llama "trabajo de campo" que en mi caso consiste en lo siguiente:
- Fase 1: Diseño del proceso de recogida de información cuantitativa; preparación de entrevistas y formación de entrevistadores.
- Fase 2: Supervisión del equipo de las entrevistas, monitoreo de la data y "socialización de resultados".

Ya llevo aquí dos semanas en las que hemos trabajado una auténtica barbaridad para cumplir con la fase 1. La razón por la que hablo en plural es porque he estado estas dos semanas con Alexia, que es la responsable de Oxfam de esta evaluación de impacto. Normalmente hace el trabajo de campo ella sola, pero es tal la carga de trabajo que decidieron ofertar unas prácticas para esta evaluación de impacto en concreto, y así es como llego servidora a este país fascinante que es Ghana.

Mis impresiones de estas dos semanas en este país son muy buenas, aunque no se pueden tomar como generalidades porque solo llevo dos semanas y porque solo conozco una pequeñita parte del país. Ghana fue colonia británica y su influencia se percibe no solo en el inglés como idioma oficial o en los enchufes de tres clavijas (afortunadamente no adaptaron la moqueta), sino también en su manera de comportarse. No sé hasta qué punto el pasado colonial influye en la manera de comportarse de los ghaneses, pero yo veo muchas diferencias con los senegaleses. Los ghaneses son más respetuosos en el sentido de que entienden que no es no, y respetan el espacio personal. No lo digo con ánimo de ofender a los senegaleses; ellos tienen cosas muy buenas que no he visto todavía en los ghaneses, pero se agradece mucho no tener que insistir para que te dejen sola. Como muestra, ¡todavía no he tenido que decir que "estoy casada"!

LLEGADA A ACCRA
Tras un viaje pesadito más por la falta de horas de sueño que por otra cosa, llego por fin a Accra. Al llegar, me sorprende la seriedad de los trabajadores del aeropuerto; formales, con el uniforme, limitándose a preguntarte lo que tienen que preguntarte y no por cualquier otra información irrelevante, sin sonreír... pero bueno, ¡¿dónde me he metido?! Un poco preocupada ya por si Ghana iba a ser la Inglaterra de África del Oeste, salgo a la calle y veo la estampa esperada; vendedores de comida, taxistas esperando con carteles, gatos y perros callejeros y lo que sin duda me tranquilizó del todo; un señor (que luego identifiqué como el vigilante del aeropuerto) con una barriga tremenda y descalzo tumbado cuan largo era sobre su mesa de vigilancia, mientras los demás pasaban a su lado sin molestarle e incluso cuidando de no despertarlo. Uffff, ¡qué alivio! 

El calor tropical y los olores a fritanga y a humareda me reciben en cuanto piso la calle. ¡Bienvenida a Ghana! Esa noche la paso en un hotel en la que intento recuperar las horas de sueño pendientes sin éxito, ya que a las 6am del día siguiente me voy de nuevo al aeropuerto con destino Tamale (la ciudad que aparece rodeada en negro en el mapa).

LLEGADA A TAMALE  Y VIAJE A NALERIGU
Tamale es donde me espera Alexia y donde nos alojaremos las primeras dos semanas para acabar el diseño de las entrevistas, formar a los entrevistadores, etc. En Tamale hay una oficina de Oxfam que nos pone la logística en forma de señor de 50 años llamado Karim que va a ser nuestro chófer durante nuestra estancia. Karim es un señor adorable que va siempre ataviado con una camiseta fosforita con el logo de Oxfam. Su fachada de hombre dulce se transforma cuando toma el control de su carruaje, tocando la bocina a diestro y siniestro escuchando a Abu Sadiq, su artista favorito, a todo trapo. La verdad es que estoy descubriendo una musica chulísima con él. De momento solo he conocido a Abu Sadiq, pero confío en que tenga más repertorio. Ya hablaré en otro post con más detalle de Karim, ya que ahora voy a estar dos semanas cada día con él.

"Harmatan" desde el avión
En el avión a Tamale me obligo a permanecer despierta para ver con detalle todo desde la ventanilla pero lo único que veo es una nube gris que lo cubre todo. Pues vaya. Resulta que es el "harmattan", un viento seco que viene del Sahara y que lo cubre todo de una capa de polvo. Dura hasta el fin de la estación seca (finales de marzo) y a veces la capa de polvo es tan densa que tapa el sol y los aviones no pueden aterrizar. El efecto del "harmattan" por las noches con las farolas es súper curioso ya que es como estar en Inglaterra con niebla - si no fuera por la diferencia de temperatura y bueno, por miles de cosas más.

 Nada más llegar a Tamale me reúno con Alexia y nos montamos en el coche de nuevo para irnos a Nalerigu, que está a unas dos horas y media de camino y donde vamos a estar alojados los próximos tres días yendo y viniendo a unas comunidades de la zona ¿Y qué vamos a hacer ahí? Vamos a hacer lo que se llama "investigación cualitativa", que recoge una información complementaria que será muy útil para acabar de diseñar las entrevistas. Es como una especie de “prueba piloto” para ver si las preguntas están bien formuladas, si hay conceptos que son confusos para el entrevistado o para el traductor, etc. Obviamente, ni Alexia ni yo hablamos mampruli (la lengua que se habla en el distrito al que vamos) así que vamos también con Ishmael y Benedicta, que harán a la par de entrevistadores y traductores.

Los pueblos a los que vamos a ir no son beneficiarios del proyecto de Oxfam, pero aún así nos acogen encantados. Lo primero que hacemos es visitar al jefe de la comunidad y al séquito de “sabios” que se reúnen con él.
Al llegar a donde está el jefe de la aldea, Ishmael se presenta y explica el motivo por que el que estamos allí. Lo normal es que acepten así que una vez tenemos su consentimiento, comienzan las ceremonias; el jefe de la aldea va diciendo cosas en voz alta en mampruli mientras todos los visitantes nos agachamos diciendo “naaaaah” a modo de mantra y dando palmas con las manos como si estuviéramos en un tablao flamenco. Luego me enterare de que el “naaaaah” es como una respuesta de agradecimiento a cualquier cortesía de bienvenida o saludo. La gente de allí se moría de risa con Alexia y conmigo viéndonos dar palmas murmurando “naaaaah” con cara de no tener ni idea.

Tras las palmas y el “naaah”, nos sentamos en unas sillas de plástico a las que previamente les quitan el polvo del “harmattan” con un trapo. Ahora es el turno de la ceremonia del “kola” nut. El “kola” nut o nuez de “kola” es la fruta árbol de “kola” que crece en algunas zonas de selva tropical de África del Oeste y Central. Tiene un alto contenido de cafeína y se utiliza para la producción de refrescos. De hecho, era uno de los ingredientes de la primera Coca-Cola y de ahí viene su nombre. Hoy en día, en África del Oeste, se utilizan las semillas de la fruta dándoles usos varios como alimentación, medicinal, o ceremonial. Esta ceremonia consiste en masticar un pequeño trozo de la semilla que te hayan dado.
Lo del pequeño trozo es un detalle que yo hubiera agradecido saber de antemano porque, siguiendo las indicaciones de Ishmael que hace el gesto de metérselo en la boca, yo me meto el pedazo entero. La sensación es indescriptible; la semilla es dura y la madera que la rodea más, el sabor es amarrrgo y con un toque a tierra. Parecía que la hubiera cogido del suelo mismo. Yo miraba disimuladamente a Ishmael y Benedicta y veía que parecían encantados con la situación, hasta que vi que el trozo de semilla lo tenían en la mano y en la boca solo un pequeño pedazo. Alexia también parecía desenvolverse muy bien en la situación mientras yo no veía el momento de irnos y poder escupirlo. El otro día me reconoció Alexia que puse muy buena cara de póker y que ella se había dado cuenta de todo y se moría de la risa.

Una vez realizadas las ceremonias de bienvenida pertinentes comenzamos con la “investigación cualitativa”. Esta consiste en realizar unos grupos de discusión (uno con hombres y otro con mujeres) donde los moderadores (Ishmael con el grupo de hombres y Benedicta con el de mujeres) hacen una serie de preguntas. Alexia y yo tenemos que, tras la traducción previa del mampruli al inglés, ver cómo reaccionan a esas preguntas y ver si algunos conceptos son confusos en función de sus expresiones. Todo esto servirá para modificar cosas de las entrevistas que estamos diseñando y garantizar una buena recogida de data.
La recogida de la data es muy relevante y determinante para la evaluación (hay evaluaciones que sus resultados no tienen relevancia por una mala recogida de data) por lo que hay que ser especialmente meticuloso con cada pregunta. A esto se suma la complicación de la barrera del idioma; si ya es complicado de por sí que el mensaje que quieres transmitir sea comprendido en su totalidad por el emisor, imaginaos si encima hay otro emisor y otro receptor que hablan un idioma diferente. Esto es todo un reto, lo que lo hace muy emocionante.

Joven y el pobre pollo
Al acabar las entrevistas nos despedimos del jefe de la comunidad con las ceremonias pertinentes, con las palmas flamencas y el “naaaaah” como mantra. Yo ya he aprendido un poco de mampruli y les digo “thiuanamae” que quiere decir: “nos vamos”. La respuesta del grupo es la esperada; carcajadas y aplausos. Me encanta la ilusión que les hace que digas unas palabras (y probablemente mal) en su lengua. El jefe, como obsequio, nos regala un pollo que acabará en la cazuela para la cena esa noche. Pobre pollo.

Los siguientes dos días serán muy similares a este primero, pero en diferentes pueblos. Es increíble la cantidad de polvo que hay en el aire y que casi ni se ve pero que al darte una ducha, sale el agua marrón. Al tercer día volvemos a Tamale, con muchas ganas de comer otra cosa que no sea arroz.

Mujer en "Gbangdaa" (East Mamprusi)


Grupo de discusión de los hombres
"Pues nada, aquí, cuidando a Shrek"



VUELTA A TAMALE
En Tamale es donde hemos estado una semana y media sin parar de trabajar; acabando la preparación de las entrevistas, reuniéndonos con los consultores encargados de las encuestas, formando a los entrevistadores y mil cosas más delante del ordenador. No hemos tenido apenas tiempo para conocer Tamale, salvo el sábado pasado que fuimos al mercado central. No fuimos especialmente avispadas al ir a mediodía ya que es cuando más calor hace. Las temperaturas alcanzan los 40 grados y sumado al barullo de la gente y el ruido se llevan bastante peor. Afortunadamente estamos en la temporada seca y no hace mucha humedad, aunque ese día yo creía que me moría en mi propio sudor.
Alla van unas fotos.











A principios de esta semana empezamos la formación de los entrevistadores, que es sin duda de las partes más exigentes y a la vez divertidas de la fase 1 del “trabajo de campo”. Es exigente porque hay que ser muy meticuloso con el significado de cada pregunta ya que una buena o mala data va a depender de como hagan los entrevistadores su trabajo y de mensaje que ellos transmitan a los entrevistados.

En general, tienen todos pinta de buena gente y me gusta mucho la energía que tienen. Como la mayoría de los ghaneses que he conocido, son muy sonrientes y dados a la risa si la situación lo requiere. Son chicos y chicas jóvenes, tendrán mi edad más o menos, y son todos de esta zona del noreste de Ghana. Las entrevistas se van a hacer en dos regiones diferentes y en cada una se habla un idioma asi que los entrevistadores se dividirán en dos grupos dependiendo del idioma (mampruli y kusaal). Yo voy a estar con ellos estas dos próximas semanas así que tendré tiempo de conocerlos más.
La verdad es que han aguantado estoicamente los cuatro intensos días de formación, y con muy buena actitud. La situación tampoco lo ponía fácil; se cortó la electricidad y durante tres días el aire acondicionado no funcionaba. Afortunadamente se utilizó un generador y los ventiladores funcionaban, a ratos.

Las fotos que van a continuación son del otro día cuando decidían con una moneda qué grupo se quedaba en la sala del aire acondicionado y qué grupo se iba afuera con toda la solana del mediodía.



Las dos próximas semanas voy a estar moviendo entre las dos regiones donde se hacen las entrevistas para poder estar con los dos equipos. Va a ser muy intenso la verdad, no sólo por el trabajo en sí, si no por el hecho de estar de aquí para allá con todo a cuestas. Además, ahora mismo me encuentro bastante floja porque estoy mal de las tripas y apenas como. ¡Espero estar ya mejor para mañana por la mañana!

Ahora en un rato me viene a buscar Karim, el chófer de Oxfam, y nos iremos de nuevo a Nalerigu (distrito de East Mamprusi/Northern region), que es donde voy a estar hasta el miércoles. De ahí me iré al distrito de Garu-Tempane, en la región del noreste (frontera con Burkina) y estaré por esa zona hasta mediados de la segunda semana. Al final del todo volveré a los pueblos a los que vaya estos primeros días a hacer una cosa que se llama “socialización de resultados”, que consiste en presentar a la gente los resultados de la data recogida en el pueblo en cuestión. Va a ser toda una experiencia y tengo muchas ganas, aunque me temo que al final de estas dos semanas estaré para que me recojan con cucharilla.

Una cosa buena de estar moviéndome tanto en coche es que puedo descansar, pero, sobre todo, puedo mirar por la ventanilla. Una de las cosas que me fascinan de lo poco que conozco de África del Oeste es que nunca me aburro de observar. Todo es fascinante; las cabras y cerdos sueltos por la calle, las mujeres y sus PRECIOSAS telas de colores vendiendo pescado frito, cacahuetes o agua a ambos lados de la carretera, los hombres en los talleres y sin duda, lo que más me gusta, los niños que te saludan con todo su entusiasmo y con una sonrisa que no les cabe en la cara. Estar una buena temporada en un país como Ghana tiene sus hándicaps (problemas de estómago, cortes de electricidad, conexión wiffi malísima) pero yo estoy feliz. Me encanta la energía de la gente y su facilidad para sonreír, con unas sonrisas que, si estuvieran conectadas a la corriente, volvería la electricidad. La gente aquí tiene algo que no sé qué es, pero que es muy estimulante.

No sé cuándo volveré a escribir, pero me temo que no será pronto porque estas dos semanas no voy a tener tiempo. Al acabar me quedo en Accra unos días y aprovecharé para descansar e ir a la playa (¡¡¡!!!). Haré muchas fotos de estas dos semanas para poder escribir cuando vuelva a Inglaterra.

¡Hasta pronto!

Elena

Pd: Siento que haya tan pocas fotos, no he tenido mucho tiempo. ¡Estos días subiré más!



Comentarios

  1. Me encanta, Elena! Muchas gracias por contárnoslo todo tan bien! Un besazo y aprovecha a tope! 😘

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  2. Esta genial Elena, que interesante!!! Una pasada todos tus viajes y el trabajo de campo, me parto con tus descripciones, un besote enorme y ya nos contarás!! La tía Luchi

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  3. Elena que buen trabajo y que suerte que tienen en Oxfam de tenerte! Disfruta de la experiencia y no dejes de escribir porque lo haces muy bien. muchos besos!!.

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  4. Sa Heleeeen!! Supongo que pese al curro que os estáis pegando debes estar disfrutando mucho noo? El post muy chulo, y además he de decir que me esperaba algo parecido a lo de "pobre pollo" jajaja. Yo ya libre de exámenes así que disfrutando también!
    Que vaya muy bien por ahí sister y ya nos irás contando, un beso princess

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  5. Me parece una experiencia preciosa. Disfruta mucho. Muchos besos. Esther

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