SOBREVIVIENDO EN EL ALTIPLANO ANDINO
¡Hola hola!
Después de no mucho tiempo, ¡he vuelto! La razón por la que vuelvo a escribir es porque desde hace un mes y pico escaso vivo en Perú, en Cuzco más concretamente. Como os podréis imaginar, la perspectiva de venirme a un país tropical huyendo del frío helador de Europa en otoño sonaba muy prometedora para una entusiasta del sol y el calor como yo. Sin embargo, cometiendo el clásico error de europea ignorante, me imaginaba que haría el mismo calor en todo Perú incluyendo Cuzco, que está a 3400 metros de altura. Olé tú Elena. La verdad es que mi madre ya me lo advertía, que iba a hacer frío y que tenía que llevarme otras zapatillas además de mi sempiternas sandalias, y menos mal que le hice caso. En realidad hace más frío dentro de casa que fuera, porque no hay calefacción y porque las ventanas son como de papel. Yo dentro de casa voy abrigada como si fuera de expedición a la montaña y he hecho de la bolsa de agua caliente mi mejor amiga.
Mercado de Rosaspata, al lado de mi casita |

A mí me parece muy interesante porque me permite conocer la ONG a nivel estructural y cómo actúa en cada una de sus fases del proyecto (identificación-diseño-ejecución-evaluación).
En mi caso estoy centrada en las dos últimas; ejecución y evaluación, pero según los resultados que se obtengan se modifica el diseño o hasta la identificación de la problemática o necesidad en cuestión. La información con la que trabajo ahora es cualitativa (satisfacción de los beneficiarios, grado de cumplimiento de los programas, etc.) y está siendo mi primera experiencia porque en Oxfam era sólo información cuantitativa. La manera de recolectar esta información es la misma (entrevistas, observación, encuestas, etc.) pero el análisis de datos es totalmente diferente. Y hasta aquí los tecnicismos.
Las áreas en las que trabaja LAFF son educación e infancia, permitiendo que niños en situación de riesgo o desamparo en Perú tengan acceso a una educación y vivan en unas condiciones dignas. LAFF no tiene proyectos directos pero apoya a cuatro organizaciones locales de Cuzco y alrededores, mejores conocedores de la zona y sus características. Además LAFF no tiene un equipo fijo, sino que la gente va y viene y de esa manera no se puede asegurar la sostenibilidad de los proyectos si actuaramos directamente.
Actualmente somos un equipo de 6 personas; Marcela (Colombia), Danielle (Estados Unidos), Marina, Rocío y yo, de España.
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Rocío y yo, quejarnos sobre el frío es la base de nuestra amistad ;-) |
Para conocer el nacimiento de LAFF hay que remontarse al año 2007. Todo comienza con un policía cusqueño ya retirado y dos británicas que estaban haciendo un voluntariado en Cuzco. Este señor les comentó que quería abrir una casa de acogida para niños huérfanos o en desamparo pero le faltaban los recursos, principalmente económicos. Para apoyar a este buen hombre y su proyecto, las dos británicas fundaron LAFF y de esta manera Azul Wasi se convirtió en su primera organización asociada.
AZUL WASI
Azul Wasi es actualmente el hogar de 21 niños y niñas de entre 8 y 18 años. Se encuentra en Oropesa, un pueblito que está a media hora de Cuzco. La casa sigue estando dirigida por su fundador, el señor Alcides, que actúa como el "pater familias" a nivel general. En términos de género no está repartido equitativamente, ya que hay 18 chicos por 3 chicas, que son las hijas de la cocinera. Las historias de los chicos son conmovedoras porque todos han tenido una infancia difícil y muchos han sido abandonados. Como era de esperar, ya tengo mis favoritos. Son tres chicos de 9 años que son una monada. Creo que tengo debilidad por los chicos de entre 8 y 10 años, porque me recuerdan a los chavales que llevaba cuando era monitora de los Scout. Me encantaría poder poner fotos suyas pero no puedo utilizar fotos de los beneficiarios para cosas que no sean de LAFF por motivos legales y también éticos, con lo cual estoy de acuerdo.
Pero bueno, allá van unas fotos de la casa de Azul Wasi, que tiene muchos perros y un loro al que sólo le falta ladrar.
Self portrait |
The Sacred Valley Project es la segunda de las organizaciones asociadas con las que trabajamos. Es una ONG americana y funciona como casas de acogida para chicas jóvenes en las ciudades de Ollantaytambo y Calca, en el Valle Sagrado. Todas provienen de comunidades rurales quechua parlantes cerca de Calca y Ollantaytambo donde sólo estudian Primaria, así que al acabar o bien se dedican a la agricultura y se convierten en madres de familia o afortunadamente, pueden optar a vivir en estas casas y continuar con sus estudios. Además de apoyar el tema de la educación, LAFF trabaja temas de autoestima, sexualidad, salud, etc., porque la gran mayoría vienen de familias donde la violencia es la tónica general y muchas no conocen otra manera de relacionarse.
Yo sólo he tenido la oportunidad de conocer la casa de Ollantaytambo, a dos horas de Cuzco. Ollantaytambo es una antigua ciudad inca y está de camino a Macchu Picchu por lo que es súper turístico pero también muy idílico; está rodeado de montañas y de dos ríos, hay mucha vegetación y el aire es limpio y fresco. Anda que no sabían estos incas. Esta casa está llevada por Gaby, una mujer argentina, y Carmencita, cusqueña, que son dos auténticos amores y que hacen de mamás de las niñas.
LAFF y Gaby en Ollantaytambo |
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Ollantaytambo - pic by Danielle Lisnek |
La última de las casas de acogida con las que trabaja LAFF es Casa Mantay, una casa de acogida para mamás adolescentes y sus hijos. La mayoría vienen de familias desestructuradas donde no se pueden ocupar de ellas. En Casa Mantay se les garantiza una educación, alimentación y unas condiciones dignas para ellas y sus hijos. Nunca había estado en contacto con la realidad de las madres adolescentes hasta ahora y la verdad que es impactante. Son chicas súper jóvenes, la mayoría entre los 14 y los 18 años, que en lugar de estar pensando en lo que van a hacer con las amigas o en cosas típicas de chicas adolescentes, están preocupadas por si no son buenas madres o por cómo van a ganarse la vida una vez salgan de la casa. Precisamente una cosa que hacen las magníficas educadoras de Casa Mantay es trabajar para que las niñas sigan siendo niñas; es decir, que no dejen de soñar ni de tener ilusiones sólo por su condición de madres. Es un trabajo difícil y constante y al mismo tiempo súper admirable. A partir de esta semana voy a estar yendo bastante a Casa Mantay y espero poder conocer un poquito más a las chicas y lo que pasa por sus cabecitas.
Lo mismo, me encantaría poder poner fotos de ellas y sus hijos pero no es posible porque son chicas que están en juicios por temas legales. Además, ellas creo que están un poco cansadas de ser siempre el foco de atención y de que se resalte siempre su condición de mamás adolescentes, como si fueran diferentes de cualquier otras chicas de su edad.
MOSQOY
Y por último está Mosqoy, que es una ONG canadiense que trabaja en comunidades rurales quechua parlantes en el Valle Sagrado. El objetivo de Mosqoy es promover un turismo sostenible y apoyar a grupos de mujeres en la producción y comercialización de textiles. También tiene programas de becas para que jóvenes de estas comunidades puedan acceder a una educación Secundaria.
A pesar de que nos vemos mucho con las que trabajan en Mosqoy, todavía no he estado en ninguna de las comunidades donde tienen los proyectos, pero justo este fin de semana me voy a dos comunidades bastante remotas en el Valle del río Mapacho; Pitukiska y Parobamba. Son las últimas comunidades de la montaña antes de adentrarse en la selva. Son tan remotas que no las he encontrado con el Google Maps, aunque no hay que desechar la posibilidad de que haya escrito mal los nombres. La verdad que no sé muy bien a lo que voy, a mí sólo me dijeron que necesitaban a alguien que hablara español e hiciera fotos. No hay carretera, sólo se puede acceder a pie y tras coger el camión de la verdura que sale a las 5 de la mañana. Para más inri, se ve amanecer desde el pick-up del camión (¡¡¡!!!). Por si no estaba suficientemente convencida antes, este último dato fue definitivo.
No hay electricidad en las comunidades así que las estrellas se van a ver increíble (por favor que no llueva...). La gente de las comunidades sólo habla Quechua, pero vamos con una de las estudiantes a las que Mosqoy cubre sus estudios y nos podrá hacer de traductora. Tengo muchas ganas pero me alegro de que sea sólo una noche, porque entre el frío, la altura y que aquí me pongo mala cada dos por tres pues estoy hecha un cuadro. Pero tranquila abuela, que estoy descansando y me estoy abrigando :-)
A pesar de mi evidente animadversión por el frío, Cuzco es una ciudad que me encanta para vivir. Es pequeñita y se puede ir andando a todos lados aunque a veces las aceras sean de medio metro de ancho, los coches te rozan cuando pasan y los conductores tienen el don de acelerar cuanta más gente se encuentre apelotonada en la acera. La manera de conducir de los cuzqueños (desconozco si es así en todo el Perú) es un tema aparte. La prioridad la tienen los que conducen y tú como peatón pues ya te apañarás. Hay pasos de cebra y semáforos con prioridad a los peatones pero como si no existieran, de hecho hasta te pitan cuando estás cruzando con el semáforo en verde para peatones (¿?).
Cuzco, sus montañas y su cielo azul |
La altura aquí es la excusa para absolutamente todo; cansancio, malestar, hambre excesiva o inapetencia, insomnio o somnolencia... todo vale. El día que nos vayamos de Cuzco estaremos perdidas porque tendremos que encontrar una razón a todos nuestros males. Eso sí, con la cantidad de glóbulos rojos que estoy generando voy a subirme todos los 3000s que me faltan del Pirineo cuando vuelva de un plumazo.
Otra de las cosas que me encantan y que aún no he podido investigar mucho es el tema de la espiritualidad y la limpieza energética. Mi vecina es una chica de Cajamarca, amiga de mi compi de piso, que a veces viene a casa y se pasa un buen rato pasando un palo encendido y aireándolo por la habitación tan tranquila. También coloca limones partidos por la mitad en las esquinas y enciende cirios largos y los deja encendidos. Cuando le pregunté me contó que ella hace rituales de limpieza energética todos los días; el palo santo lo utiliza para airear la habitación y limpiarla de malas vibraciones, el limón sirve para absorber estas malas vibras y con el cirio encendido interpreta cómo cae la cera. Yo soy carne de cañón para estas cosas; el otro día me sorprendí poniendo limones por las esquinas y a este paso me veo volviendo a España sólo con limones, velas y palo santo en la mochila.
A pesar de estar a 12 horas y pico en avión de España y con un océano de por medio, yo aquí estoy como en casa. Supongo que hablar el idioma influye mucho pero la manera de ser y comportarse de la gente aquí también tiene mucho que ver. Siempre hay una buena excusa para tomar una cerveza, bailar salsa o echarte unas risas. En Inglaterra, a pesar de estar geográficamente mucho más cerca, me sentía a años luz de los ingleses y su eterna cortesía. Lógicamente no es que la educación y los buenos modales me parezcan mal, pero se agradece el salirse de vez en cuando del guión de las buenas maneras.
Una esquina cualquiera en Cuzco |
Fan total de los carteles justicieros de mi vecindario (en pequeño pone "están avisados") |
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Manchitas, el perro del vecino, un lovely, ya somos maps |
Lana, la guapísima perrita de Marcela, y mi principal distracción en la oficina |
Doggos nap spot |
Cuzco y sus cuestas |
Y habiendo dicho esto, servidora se va a hacer una infusión y a echarse una siestecita que estoy en el límite mismo de ponerme mala, otra vez. Será la altura...
¡Hasta pronto!
Elena
Buenísimo fistri,ha sido como estar ahi!! Ya me contaras mas de las limpiezas energeticas que yo tambien soy carne de cañon para eaas cosas, jajaja. Un besote muy fuerte, la Tia Luchi
ResponderEliminarSaheleeen!! Muy chulo el blog as always, eso si, para el siguiente quiero que haya foticos de comida!
ResponderEliminarDos breves apuntes: el primero (como ya supondrás), que monisimos los perros ahi tumbadicos mas majos que pa qué; y el segundo, vaya cracken el vecino con el cartel jajaja me parto!
Que vaya muito muito benne por ahi Helen y hazles muchas fotos a los perricos!!! (aunque ni falta que hace que te lo diga)
Un besico pa la princess de la casa y que haga mucho sol por alla.
Chau chauuuu
Magnífico relato de tu experiencia en Cuzco. Escribes tan bien Elena que he sentido que paseaba por sus calles y me relacionada con las personas de las que hablas. Muy interesante el proyecto de colaboración, Qué gusto que haya personas como tú, dedicando su vida a ayudar a los demás. Celia
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