¡Hola hola!
Ahora que (¡por fin!) estoy instalada en Kaolack
puedo sentarme a escribir un poco lo que han sido mis primeros días en
este sorprendente país.
Ya hay muchos blogs que hablan de Senegal y otros tantos blogs de viajes pero no pretendo ni mucho menos ser una enciclopedia viajera, si no escribir para aquellos que os interesa lo que voy a hacer estos tres meses en Senegal :)

Para todo aquel que no lo sepa, he venido a Senegal, concretamente a Kaolack, a realizar unas prácticas de cooperación internacional con una ONG de Zaragoza llamada Arapaz. ¿Y qué es lo que hago exactamente? Bueno, ni yo misma lo sabía antes de llegar aquí pero ya lo explicaré en otro momento.
Senegal es un estado de África del Oeste y antigua colonia francesa. Su capital, Dakar, se encuentra en un extremo del país, y de ahí salen las principales rutas comerciales por mar y por tierra. Kaolack es un poco la Zaragoza de Senegal en cuanto a situación estratégica se refiere (porque por otra cosa...) Es la principal ciudad que une las rutas desde Sant Louis y Dakar hasta el sur. Si quieres ir al sur debes pasar por Kaolack ya sea para atravesar Gambia o para rodearla. Es muy poco recomendable viajar de noche, por el estado de las carreteras entre otras cosas, así que mucha gente pasa la noche en Kaolack antes de continuar el viaje. En Senegal hay muy pocas carreteras y los vehículos van sobrecargados. Eso sumado a que ni las carreteras ni los vehículos se revisan de manera periódica (algunos no tienen ni frenos), pues es un festival de la seguridad.
Llegué aquí el 29 de septiembre y estuve los primeros días en Dakar
alojada en casa de Gigia y Fabio, unos amigos italianos de mi tía Luchi,
y sus tres hijas.
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Elena, la mediana de las 3 hijas |
La verdad es que ha sido una suerte contar con ellos y
con su red de contactos. La primera noche al llegar (de madrugada ya
que hubo retraso en el vuelo) nada más salir del aeropuerto te plantas
en un pasadizo con barrotes que llega hasta la parada de taxis. Tú vas andando
feliz con tu carrito mientras tienes a no se cuántas personas llamándote
para que cojas su taxi. A mí en particular me venía a buscar un taxista
amigo de Gigia y Fabio llamado Issam, pero no veía a nadie con un cartel con mi nombre
por ninguna parte. Además NO puedes hacer contacto visual con nadie,
basta eso para que entiendan o más bien, quieran entender, que vas a
coger su taxi. Al final, yo preguntaba por Issam a un mozo que estaba por ahí mientras otros 3 taxistas
empezaban a coger mis bolsas dispuestos a meterlas en sus respectivos taxis, cuando
apareció el tal Issam cual ángel caído del cielo.
Nada más salir del aeropuerto el calor húmedo me recibe como una bofetada. Son casi las 2 de la mañana pero cualquiera lo diría, hay un ambientazo a la salida que ni el Manolo la Nuit. Ya en el taxi y de camino a casa de Gigia y Fabio me voy dando cuenta de dónde estoy. Hasta ahora no era consciente de que me iba a Senegal pero una vez en directo todo se ve de otra manera. La casa de Gigia y Fabio en las afueras de Dakar es muy acogedora, y lo mejor de todo no es que pueda sino que, ¡tengo que ir descalza!
DAKAR
En
total he estado en Dakar cinco días con Gigia y Fabio, en los que he podido visitar Dakar ciudad, la isla de Gorée y una zona llamada Yoff.
Dakar ciudad a mí me resultó una
locura. Es rollo urbe ultramasificada con edificios grandes y muuuchos
coches y a la vez parece que se haya detenido en el tiempo; puedes ver
cabras, perros y gatos campando tranquilamente por la calle mientras
unos niños juegan a rodar un neumático (como en España hace años),
las
mujeres calientan maíz y cacahuetes en una sartén con el hornillo y los
hombres pues tan pronto te ponen un ladrillo como se sientan a la
sombrica a ver la vida pasar. Yo ya voy con los ojos como platos.
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Car-rapide |
Para ir de casa de Gigia y Fabio que viven en las afueras hasta el centro de la ciudad me muevo en taxi. Es muy barato (25000 CFA - 4'5€) y un poco más seguro que los autobuses. Hay unos que me encantan, los llamados
car rapide, pero hay que tener verdadera necesidad para coger uno. Son unas pintorescas y antiguas camionetas que llaman la atención por sus colores y por los motivos de carácter religioso que llevan colgando. Bueno, por eso y porque lleva gente colgando por las ventanas, por las puertas y subidos al techo. ¡A mí me encantan!
Por fuera son ideales si bien la carrocería está medio desconchada, alguno no tiene puertas y se le van cayendo trozos, literal, por el camino. En cambio ir dentro debe ser como estar en una sauna. Por lo que he leído en la guía el Gobierno las quiere quitar de en medio porque son un auténtico peligro para la circulación (y no les falta razón), pero son tan llamativas y peculiares que sería una pena.
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Baobad-intersección |
Los
senegaleses son muy abiertos y muy simpáticos, si bien de primeras (y
en Dakar) pueden resultar un tanto agotadores, sobre todo los que se dedican al comercio. Me basta ir con el mapa y
poner un pie en la calle y tener a tres hombres, que como están a la
sombrica y ven la vida pasar están al loro de todo, muy dispuestos a
ayudarte a llegar a tu destino. Al principio hasta que te ubicas resulta
útil pero al final del día acabas literalmente espantándoles. Yo, o
bien no contestaba, o respondía en inglés o estoy casada (fórmula
infalible)
Dakar centro sin más, mucho bullicio, mucho
coche, mucho calor... mucho de todo. Me alucina la manera de conducir,
aquí no existen los cedas al paso (o si existen, ni caso) ni la
prioridad al que circula por la rotonda. Aquí es un sálvese quien pueda y
oye, se apañan así.
Otra cosa curiosa es que la gente anda por la calzada. En las aceras, en vez de poder andar por ellas como sería lo más lógico pensar, aparcan los coches. Tiene mucho sentido, sí.
Como en una playa pequeñita que está metida en un barrio de pescadores que me
resulta muy agradable y se está muy tranquilo. Conozco al primer senegalés que no entabla una conversación contigo por interés comercial ¡y se agradece!
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Playita del barrio de pescadores |
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Fabio ya me había advertido de la faceta de interesados de los senegaleses. No todos son así claro, pero con muchos no sabes si son majos porqué son así o porque te ven como un dólar andante.
Cuando con toda la pena del mundo me pongo en marcha, llega "el vendedor de helados" con su carrito de madera y su bocina avisando a la gente, me encanta :)
Degraciadamente en muchos países en vías de desarrollo puedes ver a niños mendigando en la calle y Senegal no es una excepción. Aquí son llamados
talibés, niños que no pueden ser mantenidos por sus familias ya que la gran mayoría viven en situación de pobreza. Ahora es cuando entra en escena el
marabú, una figura tradicional con gran peso social, jurídico y religioso en África del Oeste. El
marabú un hombre santo que actúa como maestro del Corán, líder religioso, consejero familiar, sanador, vidente, mediador en conflictos y creador de
gris-gris (amuletos), etc. Pues este tal
marabú llega a las familias donde no pueden mantener a sus hijos y les ofrece llevarselos para que estudien el Corán y se conviertan en líderes religiosos. Sin embargo, la realidad es que estos niños se pasan más rato mendigando en la calle que aprendiendo y recitando el Corán. Como la figura del marabú tiene tanto peso en la sociedad senegalesa es muy difícil, por no decir imposible, desmantelar esta red de pequeños mendigos.
Por la tarde sigo viendo
cosas cada vez más agotada de los vendedores que se te pegan como lapas y
vuelvo a casa deseándome darme una ducha...
ISLA DE GORÉE
Al
día siguiente voy a ver la isla de Gorée, que está a 20 minutos en
barco de Dakar. Ya en el puerto se me acercan los primos hermanos de los vendedores pesados de ayer, los guías de turismo (¡noooooooo!) Yo la verdad es que soy carne de cañón porque soy blanca y voy sola así que entiendo que sean tan agobiantes. Otra cosa es que eso me agrade.
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Yassa poisson |
La isla es PRECIOSA, ¡¡me encantó!! Casas medio
desvencijadas de colores súper vivos, baobabs, telas de colores de
las mujeres, cabras por la calle (me hace mucha gracia lo de las
cabras), se ve el océano por todos lados... una MARAVILLA.
Como
el primer plato senegalés -yassa poisson- al ladito del mar mientras
cinco gatos a mis pies no me quitan el ojo a ver si se me cae algo de
comida... El "yassa" es una salsa muy sabrosa de cebolla
DELICIOSA con limón y especias que se come con arroz (aquí otra cosa no
pero arroz tienes para parar un camión) y pollo -"yassa poulet"- o
pescado en este caso.
Gorée es un símbolo a nivel mundial
del comercio de esclavos negros. Ha pertenecido a Portugal, Holanda,
Francia, Inglaterra y ahora, Senegal (en ese orden). Fue descubierta por
portugueses y luego vendida a holandeses y con ellos comenzó la
trata negrera. Luego se la arrebataron los franceses y se la disputaron con
los ingleses aunque tras la abolición de la esclavitud perdieron el
interés. Actualmente pertenece al municipio de Dakar.
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Gatos hambrientos |
Lo
de los esclavos es bastante impactante. Los traían forzosamente aquí
desde varios lugares de África y los tenían encerrados en las mazmorras
hasta que embarcaban hacia América.Durante este tiempo los hacían engordar
para que soportaran el largo viaje. Al que no le daban el visto bueno
sencillamente lo tiraban al mar, ala.
Es una cosa que en
nuestra época actual impacta mucho pero si nos paramos a pensar a día de
hoy se siguen dando situaciones de esclavitud, como la trata de blancas y no nos escandalizamos tanto. O si
lo hacemos pensamos que no hay nada que hacer y se nos olvida.
¡¡Al
día siguiente hago surf!! El mar con una resaca increíble pero bueno,
algo me defiendo... Hay un par de chiquillos que surfean y cojen las
olas que da gusto verlos. Resulta cómico verlos al lado de los adultos
que a duras penas conseguimos girar... y algunos ni ponerse de pie.
El
chiringuito de Pancho (el profe) es literalmente un chiringuito, donde
no hay nada más que las tablas apiladas una sobre otra. Le rodean cabras
(me encantan), basura... me hace toda la gracia.
La zona llamada Yoff no está muy lejos de la zona en la que viven Gigia y Fabio así que me escapo a la playita. ¡VAYA PLAYA, QUE MARAVILLA! En España sería una playa de lo más corriente pero aquí es un lujo. Son 3 kilómetros de playa con una arena finísima, un agua buenísima ¡y limpia!
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La playa de Yoff |
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El domingo viene a buscarme Dani, el mozo de Zaragoza con el que voy a
estar estos tres meses en Kaolack. Por la noche nos alojamos en casa de unos amigos suyos y nos acogen de maravilla. Es una casa con
todas las comodidades, ¡hasta con cápsulas de Nespresso! Pero lo contaré la próxima vez que escriba que ya tiene bastante mérito si habéis aguantado leyendo hasta aquí.
Jamm ak jamm! ("hasta pronto" en wolof)
Elena
Que pasada de aventura y con cuanto amor lo cuentas!!
ResponderEliminarQue ganas de leer el siguiente capítulo
:)
Que pasada fistri!! Es cool estar ahí! Un besote y que ganas de leer más!
ResponderEliminarMaravilloso relató que me hace revivir nuestros viajes a Camerún y Mali. Estoy enganchada. Quiero más
ResponderEliminarDa gusto leerte Elena, lo haces muy bien y es muy interesante lo que cuentas
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